El Señor es un Dios justo, que no puede ser parcial; no es parcial contra el pobre, escucha las súplicas del ()primido; no desoye los gritos del huérfano o de la viuda cuando repite su queja; sus penas consiguen su favor y su grito alcanza las nubes.
Los gritos del pobre atraviesan las nubes y hasta alcanzar a Dios no descansan; no ceja hasta que Dios le atiende, y el juez justo le hace justicia.
Salmo 33, 2-3.17-1923
Antífona (Rl: "Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha."
Bendigo al Señor en todo momento, su· alabanza está siempre en mi boca, mi alma se gloria en el Señor:
que los humildes lo escuchen y se alegren. (R.)
El Señor se enfrenta con los malhechores, para borrar de la tierra su memoria. Cuando uno grita, el Señor lo escucha y lo libra de sus angustias. (R.):
El Señor está cerca de los atribulados, salva alas abatidos. El Señor redime a sus siervos, no será castigado quien se acoge a él. (R.)
Querido hermano:
Yo estoy a punto de ser sacrificado y el momento de mi partida es inminente.
He combatido bien mi combate, he corrido hasta la meta e mantenido la fe.
Ahora me aguarda la corona merecida, con la que el Señor. juez justo, me premiará en aquel día; y no sólo a mí, sino a todos los que tienen amor a su venida.
La primera vez que me defendí ante el tribunal, todos me abandonaron y nadie me asistió.
Que Dios los perdone.'
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